Plazo fijo vs dólar: ¿qué conviene más?

La elección entre plazo fijo y dólar en Argentina depende fundamentalmente de las expectativas sobre el tipo de cambio, la inflación proyectada y el perfil de riesgo de cada ahorrador. En el contexto actual de octubre 2025, con elecciones legislativas recién concluidas y un escenario económico volátil, ambas opciones presentan ventajas y riesgos específicos que vale la pena analizar.

El escenario actual: tasas e inflación

Las tasas de plazo fijo experimentaron un aumento significativo en las últimas semanas. Al 24 de octubre de 2025, los principales bancos ofrecen tasas nominales anuales (TNA) que van desde 37% hasta 54%. El Banco Nación Argentina, por ejemplo, ofrece una TNA del 44%, mientras que entidades digitales como Banco CMF y Banco Voii ofrecen hasta 54%.

La inflación de septiembre 2025 fue del 2,1% mensual, acumulando 22% en lo que va del año y 31,8% interanual. Para octubre, las consultoras privadas proyectan una inflación entre 2,5% y 3% mensual, con una aceleración en alimentos que podría alcanzar el 3%.

El tipo de cambio oficial mayorista cerró en $1.491,72 el 24 de octubre, muy cerca del techo de la banda cambiaria. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central proyecta un dólar promedio de $1.440 para octubre, $1.499 para noviembre y $1.536 para diciembre de 2025.

Comparación de rendimientos recientes

Durante el último año, el plazo fijo acumuló un rendimiento del 42,6%, superando levemente la inflación del período que se ubicó en 41,7%. En contraste, el dólar oficial avanzó solo 34,5% en ese mismo período.

En septiembre 2025, el plazo fijo volvió a ganar la batalla frente al dólar oficial, con una diferencia a favor de algo más de dos puntos porcentuales. Sin embargo, esta situación podría revertirse dependiendo de la evolución del tipo de cambio post-electoral.

El cálculo del tipo de cambio de equilibrio

Para determinar qué opción conviene más, es fundamental calcular el tipo de cambio de equilibrio o empate. Este es el valor del dólar al cual ambas alternativas rinden lo mismo.

La fórmula es sencilla:

Tipo de cambio de equilibrio = Dólar hoy × (1 + tasa mensual del plazo fijo)

Por ejemplo, con un dólar a $1.491 y una TNA del 44% (que equivale aproximadamente a 3,6% mensual), el tipo de cambio de equilibrio a 30 días sería:

$1.491 × 1,036 = $1.545

Esto significa que si el dólar supera los $1.545 en 30 días, habría convenido comprar dólares. Si se mantiene por debajo, el plazo fijo habrá sido la mejor opción.​

Ventajas y desventajas de cada opción

Plazo fijo:

Ventajas:

  • Rendimiento predecible y garantizado desde el primer día
  • En el contexto actual, las tasas superan la inflación proyectada
  • Baja complejidad operativa
  • Protección del Seguro de Garantía de Depósitos hasta $25 millones

Desventajas:

  • Dinero inmovilizado durante el plazo pactado (mínimo 30 días)
  • Riesgo de tasa real negativa si la inflación supera las proyecciones
  • Vulnerabilidad ante devaluaciones bruscas del peso
  • En períodos de alta volatilidad cambiaria, puede perder poder adquisitivo en dólares

Dólar (tenencia física o digital):

Ventajas:

  • Protección contra la devaluación de la moneda local
  • Cobertura ante incertidumbre política y económica
  • Liquidez inmediata
  • Aceptación internacional

Desventajas:

  • No genera rendimientos por sí solo (a menos que se invierta en plazo fijo en dólares)
  • Las tasas de plazo fijo en dólares son muy bajas (entre 3,25% y 5% anual)
  • Costo de oportunidad si el tipo de cambio se mantiene estable o baja
  • Brecha cambiaria entre distintas cotizaciones genera incertidumbre

Estrategias recomendadas según el perfil del inversor

Para el inversor conservador:

Este perfil prioriza la preservación del capital sobre la rentabilidad y evita la volatilidad. La recomendación es diversificar en una proporción 50% plazo fijo y 50% dólar. Esta estrategia equilibra riesgos: si el dólar sube significativamente, se aprovecha parcialmente esa suba; si se mantiene estable, los intereses del plazo fijo compensan.​​

Alternativamente, para quienes tienen dólares, considerar un plazo fijo en dólares puede ser conveniente, especialmente a plazos de 90 días o más, donde las tasas pueden superar el 4% anual, superando la inflación estadounidense.

Para el inversor moderado:

Este perfil tolera cierta volatilidad buscando un equilibrio entre seguridad y crecimiento. Puede optar por:

  • 40% en plazo fijo tradicional
  • 30% en dólares
  • 30% en instrumentos ajustables por inflación (plazo fijo UVA) o bonos CER

Esta combinación permite aprovechar las altas tasas actuales mientras mantiene cobertura cambiaria y protección contra la inflación.

Para el inversor agresivo:

Con mayor tolerancia al riesgo y horizonte de largo plazo, puede considerar:

  • Carry trade: invertir en plazos fijos en pesos y luego convertir a dólares, aprovechando diferenciales de tasas
  • Bonos en dólares (bonos globales) que ofrecen rendimientos superiores
  • Fondos comunes de inversión en dólares con renta fija corporativa

Advertencia: Esta estrategia es de alto riesgo en contexto electoral y puede generar pérdidas significativas si el tipo de cambio aumenta bruscamente.

Factores a considerar en el contexto actual

Incertidumbre electoral: Las elecciones legislativas del 26 de octubre generan volatilidad. El mercado proyecta modificaciones en el régimen cambiario, con expectativas de que el dólar supere el techo de la banda ($1.492) desde noviembre.

Expectativas de devaluación: Las tasas elevadas de los plazos fijos (que llegaron a 78% TNA en cauciones) reflejan que el mercado anticipa presión cambiaria. Esto sugiere que inversores institucionales están exigiendo altos rendimientos para no dolarizarse.

Señales del mercado de futuros: En el Matba-Rofex, el dólar para noviembre se negocia en niveles que implican una suba del 4,95% mensual, superando los rendimientos de los plazos fijos más competitivos.

Plazo de inversión: Para plazos de 30 días, la decisión es más crítica debido a la proximidad de potenciales cambios en el régimen cambiario. Para horizontes más largos, diversificar reduce el riesgo de timing incorrecto.

Recomendación práctica

En el contexto actual, no existe una respuesta única que aplique a todos los ahorristas. La decisión óptima depende de:

  1. Tu necesidad de liquidez: Si podés inmovilizar el dinero 30 días o más, el plazo fijo tiene sentido
  2. Tu expectativa sobre el dólar: Si creés que superará los $1.545 en el próximo mes, conviene dolarizar
  3. Tu tolerancia al riesgo: Mayor aversión al riesgo favorece la diversificación

Para la mayoría de los ahorristas en este momento, la estrategia más prudente es la diversificación 50/50 entre plazo fijo y dólares. Esto permite:​

  • Ganar intereses con la mitad del capital
  • Mantener cobertura cambiaria con la otra mitad
  • Reducir el riesgo de tomar la decisión equivocada

Adicionalmente, considera renovaciones mensuales en lugar de plazos largos, dada la incertidumbre sobre la evolución de tasas y tipo de cambio. Esto permite ajustar la estrategia conforme se aclare el panorama post-electoral.

Finalmente, para quienes tengan montos significativos, consultar con un asesor financiero es fundamental para diseñar una estrategia personalizada que considere no solo el binomio plazo fijo-dólar, sino también otras alternativas como bonos, letras, fondos comunes de inversión y plazos fijos UVA que pueden optimizar el rendimiento ajustado por riesgo.